El cojín-manta de un pequeño bebé
Es fácil darse cuenta de lo mucho que me gusta el mundo Patchwork, no sólo por las telas y los colores con los que disfrutamos cosiendo las personas que tenemos esta misma afición, si no por los momentos agradables que pasamos cuando compartimos un rato de costura, conversación y compañía. Pero si hay algo que está en primer lugar es cuando realizo una labor destinada a un recién nacido. En este caso el bebé es un precioso niño y la labor es un cojín-manta en delicados tonos azules. Cuando este cojín se despliega para transformarse en un pequeño edredón descubrimos una pieza de 1 m x 80 cm muy calentita, ligera y práctica.
Y para hacerlo más personal y único, el cojín lleva el nombre del bebé bordado, así como su peso y talla al nacer.
Y este fue el resultado.